Si de una cosa podemos estar orgullosos es de que hemos puesto música a muchos de los mejores restaurantes de Valencia y de fuera de nuestra ciudad. Un dj para un restaurante quizás sea de las partes de esta profesión mas compleja por diferentes factores. No todo vale, los recursos y cultura musical que ha de tener el Dj es esencial.
Bajo nuestra experiencia de mas de 20 años pensamos que hay varios tipos de restaurantes a los que se enfrenta un dj, por un lado los que basan su esencia musical por un estilo en concreto ya sea por la filosofía de empresa, tipo especifico de clientela, la temática del local o simplemente por gustos de sus dueños, y en el que es bastante mas fácil realizar el trabajo ya que solo el dj debe centrarse en el estilo en concreto que se requiere y dar la mayor calidad dentro del genero musical en concreto. Y por otro lado encontramos los establecimientos que quieren este tipo de servicios para amenizar comidas o cenas y de esa manera potenciar un consumo posterior de copas o cocktails, pero su clientela es diversa en etnias, edades, target diverso en general, ahí es donde un dj se diferencia de otro y se enfrenta a un reto.
Los recursos sonoros deben estar al gusto del mayor porcentaje posible de clientela. El dj no solo debe tener una amplia cultura musical y ser experimentado en el terreno si no que tiene parte de psicólogo, aquí no se trata solo de poner música, tienes que hacer que todos los comensales o la mayor parte posible de ellos estén a gusto, no los puedes llevar muy arriba porque puede ser molesto para algunos, pero tampoco los puedes aburrir porque ¿de que sirve tu trabajo entonces? La perfección se encuentra en el termino medio. Primero hay que hacer lo que denominamos “escáner de mesas”, analizando tipo de comensal, vestimenta, edad, sexo, forma de comportarse, todo parámetro puede decir mucho del gusto musical de una personal. Después el trabajo más complejo es ir alternando la música para intentar agradar a las diferentes mesas o grupos.
Las reacciones son diversas, desde la molestia (en raro caso) con mirada de extrañeza al dj como diciendo “Que haces ahí, quita la música y déjame cenar”, pasando por la mas increíble indiferencia, hasta ese cliente que te mira con admiración, mueve la pierna a ritmo del beat que estas marcando y que cuando se marchan te dicen freses como “muy buena la selección chaval” o “ me has alegrado la cena”, o simplemente que no te reconozcan nada pero se queden a tomar copas o cocktails después de comer. En estos últimos casos la recompensa de momento ya la tienes.
Valor añadido el dj que además de lanzar temas bien conocidos para la gran mayoría, experimenta, rebusca, se arriesga, y su repertorio además de ser agradable al oído es novedoso para el cliente. Sea como sea el poner un DJ en tu mesa siempre es agradable porque con buena música todo sabe mejor.
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